Hay tantos lugares tan maravillosos por descubrir en Madrid que sin ayuda sería imposible conocer. Un año más el cumpleaños de mi padre ha sido una buena excusa para conocer un restaurante único.
Samm es uno de esos clásicos de Madrid que uno debe conocer. Situado en una calle algo escondida, muy cerquita de la M-30 en la zona de de Chamartín, concretamente en la calle Carlos Caamaño, 3.
Aires levantinos, aromas de Valencia y Alicante, hacen que la cocina de Samm nos traslade directamente al mediterráneo. Tradición y buen hacer son sus premisas.
¿Qué comer?
Sinceramente, pienso que no se debería elegir. Tienes que probar la ensaladilla rusa, es una de las mejores de Madrid. La patata, prácticamente deshecha, casi en puré, atún, mahonesa... básicamente irresistible. Y, después arroz, uno de esos arroces típicos de levante con una capa finísima al fondo de la paella.
Podrás elegir entre tres: Paella de conejo, paella de verdura y arroz del senyoret (receta alicantina con pescado, calamares y gambas peladas). Nosotros probamos este último, que lo servían con cuenco de alioli al lado del que dimos buena cuenta.
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