martes, 29 de noviembre de 2011

La visita del balcón (El sushi de Alberto)

Me alegra tanto estrenar esta nueva sección que no hay palabras para describirlo. A partir de ahora -según los distintos participantes se vayan animando- contaré con post invitados. El encargado de inaugurar "La visita del balcón" es Alberto, compañero y amigo, sobre el que podréis leer en Corresponsal en la Tierra y en @alopezmarin. Aunque lo suyo es el periodismo, es de esas personas que no se resiste a un buen cocido, que pelea por un buen queso manchego y que se rinde a las delicias de la cocina japonesa. De ésta última nos habla hoy y de cómo logró hacer sushi para diez comensales. Muchas gracias, Alberto.

La dueña de este balcón me invita a explicar la tarea de hacer sushi. No es sencillo ni elaborarlo ni explicarlo. Para las dos cosas se exige observación, paciencia y mucho cariño. Este sábado, diez personas esperaban de mí una mesa repleta de sushi. Así fue. Algo más de cien piezas entre makis, nigiris y uramakis.

Fueron tres horas en la cocina. La primera de ellas, el arroz se llevó toda la atención. No es un arroz cualquiera, hay que comprar el específico japonés para este plato. Un grano corto y con alta carga de almidón, que hay que aligerar en unos siete lentos lavados hasta que conseguimos que el agua caiga transparente por el desagüe. Misma cantidad de agua que de arroz en la olla. Golpe fuerte de calor durante cinco minutos hasta que rompa a cocer, momento en que dejamos el fuego al mínimo y tapamos. Quince minutos de espera. Destapamos y dejamos enfriar otros quince. Extendemos después el arroz en una fuente y añadimos un vasito de vinagre de arroz con sal y azúcar que mezclamos. Las cantidades dependen siempre de los comensales, y no os negaré que lo hice a ojo, experimentado ya en la elaboración de sushi. Internet os solucionará la papeleta de las proporciones.

Mientras se enfriaba el arroz preparé los ingredientes de las piezas. Me centraré en los makis, rollos de alga con arroz y, en este caso, salmón o atún (es preferible el atún rojo, pero no encontré) y pepino o aguacate, en trozos finos, preferiblemente en tiras largas. El alga se vende como si de folios verdes se tratara, rígidos, que se extienden sobre una esterilla que nos servirá para enrollar. Lo explica a la perfección y visualmente Practicopedia. Sobre el alga, que irá perdiendo rigidez cuando posemos los ingredientes sobre ella, el arroz bien plano y una tira en línea recta con los trozos de pescado y el aguacate o pepino. No es fácil enrollar y no se ha de tener prisa. Resulta de esto un largo maki que cortaremos en piezas con un cuchillo bien afilado.

La suerte del sushi es la variedad que permite. La originalidad tiene premio porque es un plato que acepta múltiples opciones, ya sin ceñirnos a la receta japonesa. Hubo nigiris (pescado sobre “croqueta” de arroz) con tortilla francesa en lugar de pescado. Está exquisito con carpaccio de ternera, incluso con jamón. Una buena salsa de soja (muy recomendable la ‘Kikkoman’) y un uso cuidadoso del wasabi en ella (por su fuerte sabor que no a todos agrada) completan este manjar a comer con palillos, ¡por favor!

Cuidado con el pescado, que se ha de congelar previamente unas horas para evitar disgustos. Y su corte, que bien explica un enlace anterior. Es mucho más sencillo de lo que parece triunfar con este plato colorido, sano y delicioso. Es tedioso y complejo si se tiene prisa o se hace a disgusto, pero el resultado siempre hace a uno sentirse orgulloso del esfuerzo. Muchos probaron aquella noche el sushi por primera vez y no creo que tarden en repetir la experiencia. Sé que, a escondidas, alguno de ellos intentará emular la preparación. Y espero ser el primero en comprobar los resultados.

Así se cocinó el sushi. Imagen de Alberto López Marin.

sábado, 26 de noviembre de 2011

La cocina del balcón (crema verde)

Si hay un blog inspirador en todo Internet, ese es webosfritos. Hablaros de ese espacio gastronómico nos llevaría horas, pues tiene todo lo necesario para convertirte en un pequeño chef, pero con gran categoría.

Asomándome como casi todos los días a éste, unos de mis blogs preferidos, me encontré con una deliciosa crema de calabacín y guisantes. La de webosfritos es mucho más completa que la versión que hoy os propongo, pero yo simplemente he intentado hacer una receta con algunos de los ingredientes que tenía en casa y me ha quedado riquísima. Así que manos a la obra.

Ingredientes:

- 1 nuez de mantequilla
- Aceite de oliva virgen extra
- 2 calabacines medianos
- 2 puerros limpios (sólo la parte más blanca)
- 1/2 cebolla
- 1 lata de guisantes (unos 125 gramos)
- Caldo de pollo
- Sal
- Pimienta

¿Cómo preparamos esta deliciosa crema?


Imagen propiedad de M. Carmona
En una olla a presión ponemos un buen chorro de AOVE y una nuez de mantequilla que derretiremos a fuego lento. Mientras preparamos el puerro en dados, pelamos la media cebolla y la cortamos en cuatro trozos y, por último, pelamos los calabacines y los troceamos.

Imagen propiedad de M. Carmona
Ponemos todos los ingredientes en la olla, salpimentamos al gusto y sofreímos durante cinco minutos. Vertemos sobre las verduras caldo de pollo hasta que falte un dedo para cubrirlas. Cerramos la olla y dejamos cocinar diez minutos desde que suba la válvula y empiece a salir vapor.

Una vez fría la olla, la abrimos y le añadimos la lata de guisantes (sin el líquido). Trituramos todo hasta obtener una mezcla cremosa y ya estaría lista para servir.

Imagen propiedad de M. Carmona


miércoles, 16 de noviembre de 2011

La belleza del balcón (Pulsazione llega al barrio)

Pulsazione es uno de esos sitios que cumplen lo que yo llamó las "tres B": es bueno, es bonito y, lo mejor, es barato. Os cuento un poco más:

Fotos cortesía de Catalina Hernández

Hace algún tiempo había oído hablar de estos centros, son franquiciados y ofrecen tres tipos de tratamientos básicamente: Fotodepilación, cavitación, presoterapia y radiofrecuencia. En definitiva toda una suerte de tratamientos de estética de primera línea y a un precio asequible, ahora que estamos todos pendientes del bolsillo. Pues ahora ha llegado a Chamberí, bueno en realidad hace ya un año, la pena es que por su situación es difícil de encontrar el centro, por ello me he decidido a compartirlo con tod@s. Está en la calle Alfonso X, 5 muy cerquita del Metro Rubén Dario, en una paralela a la calle Miguel Ángel. Pulsa aquí para ver un plano.

Además, a los que no seáis del barrio, que no cunda el pánico, pues Pulsazione tiene más de 80 centros repartidos por España, aparte de otros tantos por el resto del mundo.


Es bueno porque no es un centro de estética al uso con cientos de tratamientos, sino que son especialistas en cuatro de ellos. Su eficacia no depende de la esteticista en cuestión, sino de las máquinas. Es decir basta con que controle el aparato y éste hará el resto. Además, su técnica para depilar se basa en la IPL (Luz Pulsada Intensa), considerado el método más efectivo y seguro del mercado para la eliminación del vello.

Es bonito porque toda la decoración en de los años 50. El estilo "pin up" recorre toda la tienda.

Es barato porque su precio es único para todos sus tratamientos. 25 euros por sesión y zona. Por ejemplo una zona serían las dos piernas o las dos axilas en el caso de la depilación o las dos cartucheras en el caso de la cavitación. Hablando de la cavitación un inciso. Por si sola es un método que no funciona a la perfección, ahora bien, acompañado de masajes que ayuden a drenar en condiciones es de diez. Por ello Pulsazione ofrece por 10 euros más, es decir, por 35 euros una combinación de cavitación y presoterapia en cada sesión.

¿Aún no te animas? Pásate a conocer a Catalina, la directora del centro, que además de asesorarte con todo lujo detalles, es un encanto. Mis sesiones de cavitación están al caer y todo ello sin una dieta severa, simplemente bebiendo bien de agua y llevando una alimentación equilibrada.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

La cocina del balcón (Cheescake perfecto)

Yo creía que mi tarta de queso era la mejor del mundo. Pues no, estaba totalmente equivocada. Natalia de Dulces Ilusiones me dio la clave, es sencilla, se deshace en la boca y su sabor es inmejorable.

La receta cambia con respecto a la que yo hacía a que la mía era en frío y esta versión es al horno. El otro truco que mejora considerablemente mi receta, está en la base de galletas. Por mi ya están desechadas las galletas María y doy la bienvenida a las Digestive. ¡Sorprendente el resultado!

La receta: http://dulcesilusionesblog.com/?p=45

A continuación os dejo las imágenes de la mía. No hubo mejor forma de despedir este martes festivo. mmmm!


Fotos: Miriam Carmona